No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar.
No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que,
por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo;
se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar por la seguridad del nido.
Se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.
El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.
“Creo que al final del camino no se premia por lo que encuentras, sino por aquello que hayas buscado honestamente.”
PD: ¡Pasad buen fin de semana!